Independiente jugó decididamente mal y cayó 1-0 con Deportivo Riestra.
Papelón, partido para el olvido. Independiente tenía la obligación no solo de mantener el buen nivel con River, sino también de llevarse los tres puntos. Enfrente estaba Deportivo Riestra, que apenas tenía dos triunfos. Sin embargo, poco importó lo último, porque el Rojo no fue ni la sombra de lo que había mostrado con el Millonario.
De arranque, todo fue previsible. El Malevo estaba apostado en el mediocampo, y ahí es en donde presionó con más intensidad. A sabiendas de las dimensiones, el local sabía que ganar en la mitad le iba a dar rédito. El Diablo, por otro lado, quiso hacer el mismo partido que con los de Núñez, pero no le salió por razones obvias.
Por eso, la primera media hora fue toda de ellos, y entonces aprovecharon. Luego de un despeje, Adrián Spörle dejó viva la jugada tras despejarla para la derecha. Guillermo Pereira recuperó, avanzó, y envió un centro pasado. Por atrás apareció Pedro Ramírez que, ante la pasividad de Spörle, cabeceó solo y puso el 1-0.
Baldazo de agua fría para todo Independiente. Por eso, a los 32 minutos, Carlos Tevez sacó a Joaquín Laso y a Gabriel Neves, e hizo ingresar a Alex Luna y a David Martínez. Esto le dio otra cosa al equipo, que tomó más la pelota, pero sin claridad. Sin embargo, el doble cambio en la primera parte expuso el pésimo planteo del entrenador.
Para la segunda parte, el Apache sacó a Lucas González para que ingrese Javier Ruiz. Con la esperanza de darle más peligro al ataque, nada de eso ocurrió: Independiente siguió siendo un equipo inconexo que abusó del pelotazo. Uno de ellos le quedó a Matías Giménez Rojas, pero justo lo anticiparon antes de que defina.
Con el correr de los minutos, el partido le quedó cómodo a Deportivo Riestra. Replegado atrás, jugó con la desesperación y las urgencias del más grande. Pese a que no tuvo la chance de marcar el 2-0, también es cierto que mantuvo lejos a los dirigidos por Tevez, y al final le dio resultado.
Cuando Leandro Rey Hilfer por fin pitó el final del partido, todo fue un papelón. Independiente había jugado un gran partido con River, pero con Deportivo Riestra fue la contracara. Sin juego, sin ideas, sin nada, cayó derrotado en el Bajo Flores. Es cierto que hay que ganar los partidos más difíciles, pero estos también son clave para entrar a las eliminatorias, y el Rojo no estuvo a la altura. Ahora quedan tres finales, y hay que ganarlas si o si.