Ya pasaron siete fechas de la Copa de la Liga Profesional e Independiente todavía no pudo explotar ni aprovechar al máximo a su delantero.
Una de las mayores falencias del Independiente de Carlos Tevez es el gol. Desde el comienzo del campeonato local, el Rojo solo ha marcado cinco tantos en siete partidos y ninguno de ellos fue convertido por un delantero. Hasta el momento, los goles fueron de Ayrton Costa, Joaquín Laso, Federico Mancuello, Gabriel Neves y Lucas González. Sin embargo, más allá de la sequía goleadora de los delanteros, lo más preocupante es el presente de Gabriel Ávalos.
El delantero paraguayo arribó al club en el último mercado de pases con mucha expectativa de todo el fútbol argentino y luego de que Independiente realice una importante inversión de 2 millones de dólares. No obstante, todavía no pudo marcar. ¿Por qué? ¿Es culpa de él o del equipo?
Los motivos son varios, pero el más claro y el que Tevez debe corregir con urgencia es que la pelota no le llega con claridad. Desde su llegada a Avellaneda, Ávalos tuvo 16 remates, pero solo dos fueron al arco. Esto quiere decir que la mayoría de sus remates son desde afuera o lejos del área, ya sea porque está incomodo o porque tampoco ha tenido situaciones claras de frente al arco rival. La sensación es que Ávalos juega para el equipo porque tiene sacrificio, baja, pivotea, marca y corre. Pero evidentemente, el equipo no está jugando para él y constantemente se ve obligado a salir de su zona de ataque para buscar un poco más de juego desde otro rol.
En estos últimos siete partidos parecería que Independiente no está abasteciendo a su 9 y, por ende, tampoco puede aprovecharlo al máximo. Y no se trata de que Ávalos erra las ocasiones de gol que se le presentan, sino que el delantero ni siquiera tiene situaciones porque no se las genera el equipo.
Hasta el momento, el ex Argentinos Juniors ha protagonizado más jugadas de asistidor, que como goleador. El pase a Mancuello en el gol ante Rosario Central y la asistencia a Saltita González ante Instituto en Córdoba, son algunos ejemplos. Pese a su buen nivel, Independiente lo fue a buscar para que esté en el área y marque goles. Sin embargo, vale preguntarse, ¿es una falencia de Ávalos, del equipo o del entrenador, que lo hace cumplir otro tipo de funciones?
Vía: @ContratosRojos
Otro motivo que podría explicar la sequía goleadora de Ávalos son los cambios constantes en la delantera. En siete fechas disputadas, Tevez ha cambiado mucho la dupla de ataque. Si bien el paraguayo siempre fue una fija, su compañero siempre fue variando.
En la primera fecha jugó Alexis Canelo de titular, en la segunda Ávalos estuvo solo como único referente de área y en la tercera probó con Matías Giménez. En la fecha cuatro volvió Canelo, pero ante Rosario Central fue suplente nuevamente, situación que repitió en la victoria 2-0 ante Instituto. Ávalos no tuvo muchas situaciones de gol, pero en esas dos fechas parecía que Independiente había encontrado un equipo.
Ante la lesión de Lucas González, Tevez optó por poner nuevamente a Canelo en el clásico, pero con otro rol y mucho más participativo en el mediocampo para suplir la ausencia de Saltita.
Pese a los cambios de compañeros y de esquemas, el entrenador nunca pudo hacer que el equipo le genere situaciones de gol a Ávalos. El 9 siguió sin tener oportunidades ni chances frente al arco rival, algo que preocupa y mucho luego de siete fechas jugadas.
Este es uno de los puntos que más debe trabajar Tevez como cabeza del equipo. Habiendo sido delantero, el Apache deberá buscar soluciones para abastecer a su 9. Porque cuando Ávalos la pueda meter y el equipo entienda y comprenda cómo jugar para su 9, seguramente la suerte de Independiente va a cambiar. El sábado, ante Argentinos Juniors en Avellaneda, será una prueba de fuego.
