Independiente hizo un buen partido en la altura de Quito pero cometió errores garrafales que le costaron una dura caída ante Liga: fue 3-0, por la segunda fecha del Grupo 8 de la Copa Libertadores. Paul Ambrosi, Miller Bolaños y Patricio Urrutia se aprovecharon de la floja noche de Adrián Gabbarini y Carlos Matheu.
El Rojo sigue en la mala y este jueves, si bien cayó derrotado en el partido más “perdible” de la zona, no pudo enderezar el rumbo torcido del torneo local y fue goleado por un Liga que lejos estuvo de ser arrolladora, pero que aprovechó los regalos y el desgaste del rival para sumar de a tres.
Independiente arrancó con todo en la Casa Blanca y en menos de cuatro minutos se arrimó dos veces con peligro al arco de Liga, primero con una contra que desperdició Facundo Parra y luego con un desborde de Lucas Mareque que no llegó a buen puerto. Parecía que se venía una linda noche para el Rojo. Parecía…
A los 10 minutos, de un lateral en ataque por el sector izquierdo del ataque, Liga salió de contra, Hernán Barcos habilitó a Ambrossi luego de una floja salida de Matheu y Maximiliano Velázquez, cuando Gabbarini estaba por tomar el balón, chocó al arquero, desvió el recorrido de la pelota y dejó al hombre local solo debajo del arco para que convirtiera el 1-0.
Pese al tempranero gol, Independiente no se desesperó y controló la pelota mucho más que una Liga que hacía poco y nada: fue el mejor momento del Rojo en toda la noche, con mucho toque, control de balón y juego por las bandas. También tuvo llegadas, pero no pudo concretar…
A los 13, Parra disparó desde afuera y la pelota pasó cerca. Poco después, Fredes recuperó un balón cuando Liga salía y remató casi desde adentro del área, pero el tiro se fue por encima del travesaño. Y sobre el cierre tuvo dos fierrazos bárbaros Leonel Núñez, pero uno lo tapó Domínguez y otro pasó muy cerca del arco.
En el complemento, con todo el gasto hecho en la primera etapa, Independiente bajó la intensidad en su juego y a los pocos minutos de iniciado recibió el golpe de k.o. cuando Miller Bolaños, tras una pared con Hernán Barcos, definió a la salida de Gabba y puso el 2-0. Acá otra vez salió lejos y quedó pagando Matheu.
Tras la segunda conquista, Liga sacó el pie del acelerador y el Rojo, cansado y sin respuesta, sólo intentó esperar a que terminara el encuentro sin recibir más goles, algo que no sucedió, ya que a 12 del cierre, Patricio Urrutia puso de tiro libre el 3-0 tras una flojísima reacción de Gabba.
Fue derrota que terminó siendo excesiva en el marcador, sobre todo por lo hecho en la primera etapa, pero al Rojo le faltó primero más viveza y concentración para no recibir goles tontos, y más fineza y fortuna a la hora de definir las chances con las que contó. Igual, falta tanto…
Foto: Olé
