Hilario Navarro: enorme, increíble, impresionante… La actuación del arquero rojo fue impecable.Tapó (casi) todo lo que le tiraron, sólo no pudo con el gran remate de Michael Jackson Quiñóñez. Además, fue astuto para manejar los tiempos.
Eduardo Tuzzio: otra de las figuras. Cortó muchos avances rivales con la categoría de siempre. Falló recién en los últimos minutos, con todo el cansancio a cuestas.
Carlos Matheu: el capitán mejoró respecto a sus últimas actuaciones, aunque sufrió bastante con los atacantes quiteños.
Julián Velázquez: cumplió pero no descolló. Su tarea fue correcta, ya que no cometió errores groseros, aunque también tuvo problemas con Bevacqua y Perea.
Nicolás Cabrera: dejó todo. Corrió todo lo que pudo y se brindó donde le pidiera el Turco. Arrancó de volante, terminó de lateral.
Roberto Battión: bien en el quite, algo impreciso en la distribución. Perdió varias pelotas por trasladar demás.
Fernando Godoy: el Perro estuvo en duda hasta el final por unas líneas de fiebre pero finalmente estuvo y cumplió, aunque también falló mucho en los pases.
Lucas Mareque: fue de los mejores, aunque tuvo fallas importantes que pudieron haber costado goles. Sin embargo, cuando él levantó en el complemento, levantó el equipo y fue el único que corrió hasta el final sin mermar.
Matías Defederico: arrancó impreciso y sin poder desnivelar, pero puso dos pases gol exquisitos a Cabrera y Silvera que pudieron haber cambiado la historia. En el complemento se diluyó y se fue reemplazado. Buen partido.
Andrés Silvera: tuvo en sus pies el gol de la clasificación pero, increíblemente, con todo a su favor, falló. Además, erró varios pases y no la pudo bancar mucho arriba. Poco para el mejor jugador rojo.
Facundo Parra: otro que sólo aportó entrega. Casi no entró en contacto con el balón.
Maximiliano Velázquez: marcó bien a Gonzalo Rovira.
Cristian Pellerano: entró y le dio a Independiente quite y presencia en el medio. Muy positivo su ingreso.
Patricio Rodríguez: con Defederico cansado, el Turco apostó por otro rapidito pero Pato no pudo darle mucho respiro al equipo. Apenas logró desnivelar a los 84 y casi lo empata.
