Diego Rodríguez tuvo otro partido irregular, con demasiadas inexactitudes y quedó expuesto en varias oportunidades cuando el equipo intentó salir jugando. Con poca ayuda en la marca, al uruguayo se le está haciendo cuesta arriba el inicio de semestre.
En el ideal de Gabriel Milito la tarea asignada a Rodríguez Berrini es vital para el buen funcionamiento, equilibrio y distribución, pero al ex jugador de Defensor Sporting no le está siendo nada fácil cumplir el rol. El máximo problema es que está acompañado por Jorge Ortíz y/o Jesús Méndez, ambos en pésimo momento futbolístico, y por la otra banda con Cristian Rodríguez abocado a labores ofensivas. El mediocampista central queda desguarnecido y no alcanza a cubrir la necesidad de ser el nexo que liga al equipo.
A la hora de salir jugando contra Belgrano fue el más buscado por Nicolás Figal y Víctor Cuesta, pero cuando recibió la pelota no pudo continuar el circuito de la forma adecuada y eligió mal los caminos. Ante las rápidas contras del Pirata quedó mal parado, a destiempo, desprotegido y corrió demasiado. Por otro lado, hay pasajes durante los encuentros donde muestra lo mejor de su faceta.
Todo Independiente se esperanza con volver a ver al Torito de las primeras épocas con la camiseta roja y seguramente el ritmo de partidos lo ayude a encontrar orden. Es muy importante en el planteo del DT, porque toda transición nace en sus pies.
