Independiente y River ofrecieron en el Libertadores de América un espectáculo de fútbol de alto vuelo. Hubo muchas situaciones pero faltaron los goles, por eso en InfiernoRojo analizamos los porqué del 0 a 0.
A la altura: El equipo de Ariel Holan hizo un partido inteligente de menos a más. No se desesperó con los primeros avances de la visita, lo neutralizó, y con el paso del tiempo lo fue anulando en la cancha, a punto tal de acorralarlo y jugar bien al fútbol. Clave para un equipo al que le venía costando.
No ensució el partido: En Avellaneda se jugó un encuentro vibrante, muy intenso y con mucha fricción. Por su importancia, podía especularse con que los jugadores lo ensuciaran y cortaran sistemáticamente. Sin embargo, lejos de que eso ocurra, Independiente hizo un juego limpio y claro. Fundamental para que no crezca River.
La línea de cinco: Ariel Holan entendió a la perfección que Independiente quedaba descompensado abajo y perdía jugadores aptos para el traslado intentando contener las jugadas del equipo de Gallardo. Por eso no perdió tiempo y armó una línea de cinco, que lejos de ser defensiva, permitió soltar a los jugadores con proyección para lastimar a River. El equipo cambió completamente cuando esto sucedió.
Martín Campaña: La tarea del arquero del Rojo fue brillante y clave para que la valla del rojo termine cerrada. Sobre todo en el primer tiempo, donde la visita jugó en campo del Rojo y el arquero tuvo que sacar, mínimo, cuatro disparos certeros al arco.
Franco Armani: Lo del arquero de River también fue espectacular. Tuvo menos intervenciones que el del Rojo, pero la pelota que le tapa a Emmanuel Gigliotti en la segunda mitad es verdaderamente inexplicable. Fundamental para que Independiente no pueda abrir el marcador.
