Los dirigidos por Claudio González experimentaron horrores arbitrales que los privaron de tres puntos fundamentales. ¡Mirá!
Volvió el fútbol argentino, tanto para la Primera como para la Reserva. Mientras que los más grandes se preparan para su tercer encuentro, los más chicos ya disputaron tres partidos, con cuatro puntos de nueve posibles. Sin embargo, les tocó experimentar errores arbitrales que no les permitieron sumar tres unidades más.
En el duelo del martes, con Patronato, los dirigidos por Claudio González iban perdiendo 1-0 por un tanto de Román Comas. A los 25 minutos del complemento, Fernando Chávez envió un centro que Julián Romero conectó con la cabeza. La pelota pegó en el travesaño y, posteriormente, picó dentro del arco, con un efecto que la hizo salir del mismo. El línea no lo advirtió, y privó al local de la igualdad, por lo que el cotejo culminó 1-0.
A la Reserva de Independiente la privaron de un punto con el que hoy tendría cinco. El cabezazo de Julián Romero fue travesaño y adentro, pero el línea estaba “durmiendo la siesta”. Era el empate, pero la terna arbitral no lo quiso así. pic.twitter.com/74Bm38foTO
— Christian Ginko (@CGinko) July 27, 2021
No es la primera vez que le cobran en contra a la Reserva de Independiente. La fecha anterior, con Estudiantes, sucedió algo totalmente insólito. El Rojo triunfaba 2-1 a los 37 minutos del segundo tiempo, y se encaminaba a su segundo triunfo consecutivo. Sin embargo, en un ataque del Pincha, los defensores se la sacaron limpiamente a Deian Verón en el área, quien cayó desparramado en el piso. El juez vio una falta invisible y cobró penal, el cual Aaron Spetale cambió por gol.
Ni hablar del “penal” que le dieron sobre el final a Estudiantes, la fecha anterior. Independiente ganaba 2-1 y faltaban menos de diez minutos, por lo que el árbitro inventó un penal sobre Deian Verón que él solo vio. El Pincha llegó a la igualdad por medio de esta sanción. pic.twitter.com/J5HowL5EHj
— Christian Ginko (@CGinko) July 27, 2021
De esta manera, el Rey de Copas se quedó sin tres puntos vitales, los cuales le habrían servido para llegar a siete y estar más cerca de la cima. Perder por superioridad futbolística es entendible, pero cuando la diferencia viene del que debería cobrar por igual, se hace difícil.