Walter Erviti alternó un primer tiempo tibio con un segundo tiempo muy bueno. En el primero, el ex Banfield pasó casi inadvertido e Independiente dependió prácticamente de Ezequiel Barco. En la segunda parte logró ser la manija del equipo, se asoció con sus compañeros y condujo jugadas interesantes.
El volante de 36 años jugó durante toda la primera mitad y gran parte de la segunda. En el primer tiempo, su presencia pasó inadvertida, casi que ni se lo notó en la cancha, pero en la segunda su nivel mejoró y su participación aumentó. Tal fue así que Ariel Holan debió sacarlo debido a dos patadones que recibió (uno de ellos, hecho por Germán Pacheco, debió haber sido sancionado con tarjeta roja).
Las estadísticas del ex Banfield son alentadoras, ya que dio 40 pases, de los cuales 37 fueron correctos y 3, incorrectos. También intentó una vez al arco y recuperó 4 pelotas. Si hubiera jugado el primer tiempo como lo hizo en el segundo, tal vez el resultado habría sido distinto. Debe aparecer más, ya que es el armador e Independiente necesita mas de él.
