Connect with us

Una pesadilla

Independiente jugó con el peor equipo de la BN y no pudo ganarlo. Empató sin goles y si bien tuvo la pelota todo el partido, no tiene profundidad y no llega con peligro. Si ganaba se alejaba 5 puntos del cuarto (Atlético Tucumán), pero otra vez no aprovechó la situación y lleva 7 sin triunfos. ¿Hasta cuándo va a seguir sin ganar?

Los de Omar De Felippe saltaron a la cancha y tras aguantar un arrebato de Villa San Carlos los primeros minutos comenzaron a manejar las acciones del encuentro. Claro que se podría decir que el equipo supo controlar al rival, por momentos lo apretó y si bien careció de profundidad lo buscó por todos lados, incluso chocando con su carencia de contundencia.

Pero, si a estas líneas de comentario de un partido común le agregamos que enfrente estaba (con todo el respeto y la admiración que se merece dicha institución) uno de los peores equipos de la B Nacional, que tan sólo ganó tres partidos y cosechó 20 puntos y que vos sos el Club Atlético Independiente, todo queda en relegado a un segundo plano.

Los de Avellaneda tenían que golear. Por historia, por vestir esta camiseta, por realidades económicas y futbolísticas… por un sinfín de aspectos. Y por eso el empate sin tantos hace analizar las cosas desde otro punto de vista.

En el primer tiempo al Rojo se lo vio apurado. En defensa sufrió, pero contó con Julián Velázquez para cubrirle las espaldas a Cristian Tula y a Lucas Villalba. En el mediocampo se destacó Federico Mancuello, por su entrega, sus desbordes y porque, básicamente, juega con el alma. Y, entre Matías Pisano, Daniel Montenegro y Facundo Parra intentaban llevar peligro al área rival, pero poco podían hacer, por la impericia propia y la falta de espacios y profundidad.

De a poco Pisano se ubicó en el centro del ataque y desde ahí habilitó a Parra que en lugar de pegarle la abrió para Mancuello y este, al rematar, no pudo concretar. También lo tuvo Vidal desde afuera, Tula de cabeza tras un tiro de esquina y poco más. El Rojo no sabía cómo entrarle a su humilde rival y todo terminaba en un centro intrascendente o en un remate de media distancia.

Así se fue la primera etapa. Omar De Felippe decidió no modificar nada para el comienzo del complemento. Y, pareció acertar, porque en los primeros minutos tuvo una multiplicación de situaciones que sólo por la falta de gol de Independiente se podría llegar a entender el porqué del empate sin gritos. Enumerando: Parra de cabeza, tras centro de Villalba; remate de Pisano; tiro libre de Mancuello apenas por arriba; desborde de Mancu que no llega a conectar Parra…

Sin embargo, la más resaltable es la jugada que generó a pura gambeta Pisano, porque cuando parecía que la perdía, enganchó y se escapó entre dos defensores y al ingresar al área lo habilitó a Mancuello, pero su remate pegó en el costado externo de la red. Un minuto antes, el Enano había metido un pase milimétrico para Parra que se perdió una chance inmejorable ante la salida del arquero Sessa.

Muchas veces el gol se da por decantación de varias jugadas de peligro y del adelantamiento de un equipo con criterio. Por eso, se presagiaba la apertura del marcador a favor del local, pero nunca llegó. Es más, de a poco el equipo se fue apagando por falta de ideas al atacar y por la carencia de categoría en los últimos metros. Los cambios no resolvieron la tarea.

Independiente siguió yendo a buscar por empuje y nada más. A puro centro y arremetida. Y, hay que decirlo, casi lo gana. Sobre todo lo tuvo en una inmejorable situación. Tiro libre recto al área. Federico Insúa, que ingresó por Martín Zapata, remató y Sessa la sacó del ángulo. El rebote le quedó servido a Pisano que ensayó una “palomita” y la tiró directamente afuera.

Antes la había tenido Marcelo Vidal de afuera, el Rolfi, y Parra. Independiente buscó por todos lados y no concretó. Tampoco es que jugó bien y tuvo mala suerte, porque no logró generar un juego digno de ser elogiado. Así, se fue el encuentro y los hinchas recibieron un cachetazo más. Una vergüenza más. Una tristeza más que parece no tener fin… 

La goleada en casa, como nadie la vio

Actualidad

Futbol total en Avellaneda

Actualidad

Toro en rodeo ajeno

Actualidad

¿Sólo faltó el gol?

Actualidad

Advertisement
Connect