En primer lugar felicito a todos los vecinos que siguen festejando nuestro descenso como el mayor logro de su historia. Claro, campeonatos propios festejan uno cada 35 años. Los comprendo, serán siempre chicos, vivirán por los siglos de los siglos a la sombra de Independiente y serán hijos de una gran pasión.
Pero vayamos a lo nuestro. Esto que vimos anoche se lo debemos a una sola persona: Javier Cantero y a todo esos ineptos que aún lo acompañan en la CD. ¿Cómo pudo exponer a esa gloriosa camiseta a jugar un clásico estando en una categoría inferior? No le alcanzó con mandarnos al descenso. ¿Podrá algún día saberse cuánto ingresó al club por jugar este partido? Seguro que no.
Basta, es hora de que los hinchas de Independiente dejemos de ser humillados por el ya peor presidente de nuestra rica historia. Nunca pensé que iba a escribir esto. No me olvido de todo lo malo que hizo Comparada, pero lo de este hombre no tiene nombre. Bah, sí, vergonzoso. Claro, pero el gran problema es que tenemos una oposición de mucho bla, bla, bla, pero menos acción que una babosa muerta. Junten las 27 firmas, no sean tan impresentables. ¿Qué tipo de representantes de socios son? Dejen de hacer politiquería barata, de chusma de barrio. Hagan, carajo. Está claro que a todos les queda grande Independiente. Como también a varios de los que anoche se vistieron de jugadores. Sí, se vistieron para la foto y después se olvidaron de jugar. El único que dio la cara fue Pisano y por fin Adrián Fernández estuvo por arriba de Menéndez y Penco.
Y no me quiero olvidar de todos los muchachos del plantel, con DT incluido, que salieron a cruzarlo a Bochini (ganó un poquito más que ustedes) sobre si se festeja el ascenso o no. Señores, primero asciendan, logren el objetivo y después vemos. Venimos muy golpeados y la gente sigue apoyando como nunca. Porque abandonar no es nuestro estilo.
