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Sigue con vida

Parra

Independiente arrancó de igual a igual ante Defensor en el Centenario pero en el complemento se quedó, lo vacunaron y la terminó pasando mal. Si no hubiera sido por la gran actuación de Hilario Navarro, el resultado hubiese sido más abultado: fue sólo 1-0, con gol de Leandro Gracián en contra. Se define en Avellaneda.

El tiempo dirá si esta noche Independiente hizo negocio en Uruguay. En la previa, Ricardo Pavoni había confesado que el empate le sentaba bien a sus intenciones, y así armó su equipo con un 4-4-2 hiper definido. Sin embargo, la igualdad se les fue escurriendo de las manos con el correr de los minutos y, por lo que hizo Defensor, el corto 1-0 al menos lo deja al Rojo con vida en la Sudamericana.

Defensor, un equipo ordenado y prolijo, arrancó con el freno de mano puesto, respetando mucho a Independiente y casi sin lastimar. El Rojo, por su parte, se plantó en su campo y no tuvo mucha idea de qué hacer con el balón cuando lo tuvo. Así, los primeros 25 minutos fueron tediosos y sin chances de riesgo en ninguno de los dos arcos. Hasta que Andrés Silvera sacudió la noche…

Buena combinación de Facundo Parra, de los más activos de la noche, con el Cuqui, quien dentro del área definió con clase, pero Martín Silva se arrojó y salvó la caída de su valla. Y a partir de ahí, mejoró un poco el local, que asustó con un desborde de Amado primero que ninguno de sus compañeros llegó a conectar y luego con un cabezazo de Rodrigo Mora que Hilario Navarro tapó providencialmente.

Sobre el cierre de la primera etapa, Silvera habilitó en gran manera a Federico Mancuello, pero el juvenil no fue con convicción al balón y se fue derrumbando solo mientras se acercaba a Silva. Pintaba jugada de gol, al menos mano a mano peligroso, terminó siendo nada.

En el complemento, Defensor salió decidido a arrinconar al Rojo y lo consiguió. Monopolizó la tenencia del balón, fue profundo, con una dupla de atacantes que volvió loco al fondo de Independiente y consiguió el tan ansiado y, a esa altura, merecido gol. Antes, Mora y dos veces Amado no habían podido con un enorme Hilario que sacó todas. O casi todas…

Llegando a los 20 del complemento, tras dos corners consecutivos tirados de la misma manera por Mora, Silvera desvió el balón que luego le rebotó en la cabeza al recién ingresado Gracián, lo que significó el primer y único gol de la noche uruguaya. Premio para un Defensor que buscó la ventaja con ambición.

En desventaja, Ricardo Pavoni tiró toda la carne al asador y puso a Martín Gómez y a Patricio Rodríguez para intentar revertir la historia, pero lo cierto es que Independiente no llegó siquiera una vez con peligro al arco de Silva en todo el complemento. Por el contrario, Hilario tuvo un par de intervenciones más.

Perder nunca es positivo, pero por la manera en que se dio el partido, la caída por sólo un gol no es catastrófica. Cierto, el nivel del equipo no fue bueno y encima no se logró convertir de visitante, pero la serie no está perdida ni mucho menos. Los ídolos deberán laburar bastante para en el partido de vuelta dar vuelta la historia. Ojalá le encuentren el rumbo…

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