La clásica sección de Infierno Rojo revive el choque más importante de la historia entre Independiente y Arsenal. Fue en octubre 2002, cuando en la Doble Visera, el Rojo revirtió un 0-2 en contra. Y con goles de Pusineri, Insúa y Silvera, ganó un partido histórico, que lo consolidaría, de una vez por todas, como líder del tan ansiado Apertura. Noche de lluvia y de goles.
Avellaneda los cobija, pero no se pueden ver. Como todo barrio, siempre hay algún “descarrilado” vecino que mira todo con recelo. Nombrarlo está de más… Es ese que te palmea la espalda, mientras se carboniza por dentro, de la bronca. Es ese que se entera de todo, fija las pupilas hacia tu nueva casa, pero que se hace el Otro. No quiere asumir su condición de inferioridad, ni mucho menos de chusma. Por eso, entonces, ensaya la parodia de la hipocresía: “Ah, estás remodelando la casa… te felicito”, dice, con menos credibilidad que el INDEC. El vecindario creció. Y ahora, hay un tal Arsenal, de Sarandí, que cruje los dientes y busca rivalidad.
Tanta serán sus ganas de arruinar el banquete, que en el Apertura 2002, Arsenal – lejos de las especulaciones de un arreglo previo—ya a los veinte minutos del arranque, ganaba 2 -0, en La Doble Visera, y con sus modestas herramientas, martillaba la paciencia de una popular incrédula. “Funda clubes, que te sacarán tres puntos… Los dos goles (Silvio González y Morales) en 12 minutos de Arsenal, dejaron a Independiente patas para arriba y con la obligación (una costumbre en este torneo, casi) de tener que darlo vuelta, relató Luis Calvano, editor de Olé. Para colmo, hacía 1255 días que el Rojo no daba vuelta un resultado. La última vez revirtió un 0-2 ante Talleres, en el Clausura 99.
Esa impasible y copiosa lluvia del viernes 4 de agosto, al fin y al cabo, pareció lavar las penas pronto. Porque cuando el equipo de Jorge Burruchaga—increíblemente algunos “hinchas” lo insultaron porque le ganaba al Rojo— se filtraba por la defensa local, con un veloz y dañino contraataque, apareció la reacción del futuro campeón. Primero Pusineri clavó un testazo furibundo que dio en el poste. Y más tarde, el hombre con futuro de Santo, definió al gol, con un toque que desairó a Limia: 2- 1. Arsenal intentó apaciguar el infierno que había desatado. Pero el Diablo, enfurecido y hambriento, empató con gol de (un polémico) penal de Insúa. 2 a 2. Delirio total. Ya nadie se acordaba del error de Franco –le regaló el 2° a Arsenal–. Y tensa calma…
Arsenal tenía herramientas peligrosas: Ruiz raspaba, el Pulpo González pinchaba, pero no había linterna que ilumine su juego. Independiente, en cambio, tenía escondidas amas letales, conocidas por todos. Allí fue cuando, en el complemento, de tanto ir e ir, casi por decantación, resquebrajó la paridad. Aún se recuerda ese frentazo con el parietal zurdo de Silvera, tras un centro exquisito de Juan José Serrizuela. Gol y lengua afuera. Se burlaba de todos el Cuqui. Y claro, 11 del equipo, era el goleador del torneo, con 11 tantos, en 11 fechas jugadas. De temer. Como aquel Independiente el Tolo (“El capo del barrio”, tituló Olé), que en el primer choque de la historia ante Arsenal, no dudó dejarle la ferretería vacía.
11° fecha 4 de octubre de 2002. Recaudación: $ 121.869. Público: 37.000
Independiente 3: L. Díaz; Serrizuela, H. Franco, G. Milito, F. Domínguez; Pusineri, Castagno Suárez, Guiñazú; D. Montenegro, F. Insúa; Silvera. DT: A. Gallego. Suplentes: Albil y Pernía. Cambios: ST: 19m Ríos por Pusineri, 28m Eluchans por Insúa y 37m Trecco por Montenegro.
Arsenal 2: Limia; Álvarez, Ruiz, Molina, D. Espínola; L. Vespa, P. González, Esmerado, Andrizzi; Morales; S. González. DT: J. Burruchaga. Suplentes: Burtovoy, Cogliandro. Cambios: ST: 20m Piersimone por Andrizzi, 38m Grondona por Morales y Cantero por Vespa.
Goles: PT: 9m Morales (A), 12m S. González (A), 35m Pusineri (I), 43m Insúa (I) de penal. ST: 6m Silvera, de cabeza (I).
Expulsado: ST: 46m P. González (A).
Arbitro: Claudio Martín.
