Fabián Assmann: Atajó hasta las moscas que volaban por el área. Imposible de batir. Atajó todo lo que le paso cerca incluyendo no menos de cuatro mano a mano. La figura de la noche.
Javier Báez: El central no la rompió pero cumplió una aceptable labor. No cometió errores.
Julián Velázquez: Junto con Milito se cansaron de rechazar de cabeza. Sigue pasando un gran momento.
Gabriel Milito: En el momento de mayor desesperación por los continuos ataques de Estudiantes, el Mariscal pareció ser el más sereno de todo el fondo.
Iván Vélez: Mucha voluntad. Corrió primero por la banda derecha y después por la izquierda. Fue uno de los pocos que generó “algo” en ofensiva en la noche y eso en un partido que se remató una sola vez al arco es demasiado.
Roberto Battión: Todo mal. No distribuyó, no marcó, no profundizó, no inquietó. Su partido fue un gigantesco no. No jugó.
Fernando Godoy: Alternó buenas con malas y corrió demasiado.
Adrián Argachá: Arrancó impreciso pero con el correr de los minutos se fue afianzando. Sin embargo en cinco minutos cometió cuatro infracciones, quizás innecesarias, y termino yendose expulsado.
Matías Defederico: Otra mala versión del ex quemero. Esta vez muy aislado -como Parra y Núñez- de la linea de volantes. El equipo se metió muy atrás y eso no lo favoreció, pero tampoco él ayudó mucho con sus individualidades.
Leo Núñez: También tuvo una mala noche. No participó del circuito de juego y apareció en posiciones irrisorias tras la expulsión de Argachá.
Facundo Parra: No tuvo ninguna chance de gol producto de que el equipo no generó juego. Individualmente se lo notó falto de fútbol.
Osmar Ferreyra: Entró para cubrir la banda izquierda y, tras algunas dudas, no terminó teniendo una mala noche.
Marco Pérez: Un minuto y 40 segundos le bastaron en cancha para ser decisivo. Se sacó de encima al siempre duro Desabato y definió cruzado de buena manera. Fue el autor del gol del triunfo. Bien la Sombra.
Nicolás Cabrera: Pocos minutos en cancha para aguantar la avanzada final de Estudiantes.
Antonio Mohamed: Se puede entender a un equipo que va ganando y se mete atrás porque tiene un jugador menos que el rival. El problema es que el Rojo pareció salir a buscar el empate desde el minuto cero y 11 contra 11. Otra vez falló el entrenador, a pesar de los tres puntos obtenidos que son importantes.
