El entrenador de Independiente se mostró feliz por el triunfo, pero fue medido en el festejo: “El único camino es trabajar y estar todos juntos”.
Luego del triunfo ante Argentinos, Miguel Ángel Brindisi mostró mesura en la conferencia de prensa: “Ni antes eramos los peores, ni ante los mejores, aunque parezca una frase hecha. Hoy teníamos un desafío muy grande y nos vamos reconfortados, porque después de Rafaela todos nos sentimos muy mal. Teníamos que cambiar mucho, sobre todo en la actitud, en el juego y no agachar la cabeza si nos convertían. Nos faltaba jugar como equipo y hoy podemos decir con orgullo que lo fuimos, pero ya se terminó. Ahora están haciendo regenerativo, mañana tendrán libre y el martes volveremos a trabajar en doble turno”.
“Ahora debemos pensar en Tigre. Esto nos va a fortalecer en lo anímico y tenemos que involucrarnos en todo. Yo no vine a dar una mano, sino a poner todo de mi. La actitud nuestra, la de los jugadores y el juego no se pueden negociar”, agregó.
Luego explicó las modificaciones en el entretiempo: “Quisimos buscarlo por afuera, cambiar la táctica y abrir las bandas. El empate de ellos nos dejó muertos a todos, menos al equipo que reaccionó, ante un rival difícil y hace que la victoria sea más valorable”.
“Por suerte lo de Tula no fue el tendón y esperamos que llegue ante Tigre. Fabián Vargas tampoco podía más y jugó igual y Morel lo hizo infiltrado. Son hombres. Tenemos un equipo de hombres“, agregó.
Por último, contó sus sensaciones en el penal: “A Rolfi le dije que lo tenía que patear ‘a lo Rolfi’. Si le pega así y se lo atajan, no pasa nada. Fue importante que tomara la pelota y tuviera la decisión y sacó un misil. Le perdoné la amarilla del festejo por eso”.
