Emiliano Rigoni fue uno los pocos jugadores de Independiente que intentó cambiar el rumbo de la eliminación de la Copa Argentina. Trató de apuntalar los ataques, pero nunca pudo concretar y toda su actuación quedó opacada por la falta de efectividad.
Si bien el jugador ya había demostrado que no le pesó la camiseta de un equipo grande y que había sido una buena adquisición, ahora la lupa estaba puesta en ver cómo iba a rendir en un nuevo puesto. A lo largo de la pretemporada, Gabriel Milito lo había probado mayormente por el extremo izquierdo, pero ante Defensa y Justicia lo apostó por derecha.
Durante el partido Rigoni efectuó dos disparos al arco -uno muy por arriba del travesaño-, cinco tiros de esquina, provocó una falta y no recibió amonestaciones. Terminó cerrando un encuentro aceptable desde las intenciones.
Su desempeño convenció desde las ganas, pero el equipo no lo acompañó y él tampoco pudo concretar la mayoría de las jugadas por su sector. Independiente atacó generalmente por su banda, apostando a su velocidad y no pudo concluir bien casi ninguna acción.