Para realizar un buen partido, éste Independiente necesita de la precisión y el manejo de sus mediocampistas centrales. En la derrota frente a Santa Fe, Jorge Ortíz no pudo desempeñarse como lo venía haciendo y el equipo sintió su bajo rendimiento a partir de sus malas entregas.
Sin Jesús Méndez, sin Cristian Rodríguez y con Federico Mancuello volviendo al ruedo, la mitad del campo de Independiente requería la presencia sensible del otro eslabón jerárquico. Jorge Ortíz tenía la responsabilidad de ordenar, limpiar y armar los ataques del Rojo, pero lamentablemente, el ex Lanús no tuvo una buena noche.
Con muchos pases mal dados, el volante no fue esa manija que tanto precisa el sistema que propone Mauricio Pellegrino. Por otra parte, hay que resaltar que fue de los pocos que intentó cambios de frente para darle sorpresa a la apática presentación de Independiente. También, por decisión del entrenador, Mancuello y Ortíz debieron encargarse de la marca, realizando un doble desgaste y hasta un desentendimiento entre ambos.
No es que haya sido el máximo responsable de la derrota, pero en el encuentro en Colombia, será vital que retorne a su mejor nivel porque Independiente lo exige.
