“Hay que sacar el fuego sagrado de adentro”. ¿Quién puede olvidar semejante declaración de Gabriel Milito previo al partido con Boca de 2002? Parece que Eduardo Tuzzio tomó nota y la puso en práctica este miércoles en La Plata. El defensor emuló al gran capitán y jugó un partido que deberá grabarse y guardarse para mostrárselo a los más pibes indicando: “Así, así se juega un partido por el campeonato, con esta actitud, con esta responsabilidad, así se juega con la camiseta de Independiente”.
El central llegó a Independiente con la mirada de reojo de los hinchas, fue de menor a mayor y hoy es pieza fundamental en este Independiente. Es por eso, que a pesar de tener una distensión en el hombro derecho que lo llevó a abandonar la práctica del martes, el propio defensor solicitó que lo infiltraran porque no se quería perder el partido.
Con la zona prácticamente inmovilizada, el defensor salió a la cancha y jugo un gran partido, con criterio en la marca, con claridad en la salida y por sobre todas las cosas, con una actitud que conmovió a los hinchas que viajaron a La Plata y que aplaudían cada vez que el defensor tocaba la pelota en el segundo tiempo. Para el cierre le regalaron un merecido “Olé, ole, ole, ole, Tuzzio, Tuzzio” como premio al sacrificio y, por qué no también, como un llamado de atención a los que sobraron el partido. Como Eduardo Tuzzio deberán tomarse los partidos, con ese fuego sagrado del que hablaba el gran Milito. Que se contagien.
